Autoconocerse: La Clave para Alcanzar nuestras Metas
Redactado por la Dra. María Camila Egas (Médico Genetista)
La genética es el estudio del ADN, con el fin de diagnosticar enfermedades, pero también esta herramienta juega un papel importante en el mundo del deporte y la nutrición.
Realizar ejercicio físico requiere de fuerza, motivación, resistencia, y sobre todo disciplina; todo esto y más puede ser condicionado por TÚ genética. La literatura nos muestra evidencias contundentes de que cada vez más genes se descubren con una asociación clara al deporte.
¿Cómo puedo hacer del ejercicio un hábito?
La actitud que tenemos hacia el ejercicio y el estado de ánimo que este nos produce afectan en gran medida a la probabilidad de poder formar del ejercicio un hábito duradero. Las evidencias científicas asocian al gen BDNF a la motivación hacia el ejercicio. Las personas con una variante del gen derivan en un mayor disfrute o placer y mejoras en el estado de ánimo al ejercitarse y una menor percepción del esfuerzo durante el ejercicio, lo que les hace más fácil de formar el hábito.
¿Cuál es el mejor ejercicio para bajar de peso?
Esta es una pregunta que muchos nos hemos hecho. La respuesta es muy compleja porque depende de muchos factores, pero uno muy importante es la genética. Nuestros genes pueden indicarnos cuál es la clave para bajar de peso, bajar la grasa y mejorar nuestra composición corporal. Un estudio hecho en personas obesas y sedentarias encontró que el gen ADRB2 predijo la pérdida de grasa en respuesta al ejercicio cardiovascular. Las personas que portaban dos copias de una variante específica tuvieron una respuesta mejorada al ejercicio cardiovascular, perdiendo tres veces más grasa corporal que las personas con una respuesta típica.
“Sentir dolor al día siguiente de realizar ejercicio significa que trabajé bien esos músculos.”
Esta es una frase famosa en nuestro entorno. Pero también es un gran mito del mundo del ejercicio y del fitness. El dolor, la rigidez, y sensibilidad muscular que sientes al día siguiente es daño muscular inducido por el ejercicio, que a niveles bajos es un estímulo positivo para el desarrollo muscular y el aumento de la fuerza.
Sin embargo, niveles elevados de fatiga muscular y/o poca recuperación puede causar dolor persistente que puede limitar el aumento de fuerza y aumentar el riesgo de desarrollar lesiones. En pocas palabras significa que tu cuerpo no está acostumbrado a realizar ejercicio extenuante y por ello se produce el daño muscular. Los estudios muestran que el gen ACTN3 influye en la susceptibilidad al daño muscular después de hacer ejercicio prolongado, intenso o sin costumbre. El ejercicio de resistencia de alta intensidad o de fortalecimiento muchas veces induce el mayor daño muscular.
Dra. María Camila Egas
Médico especialista en Genética Clínica – DXGEN
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